En cada latido de vida, hay un espacio que sumerjo cada día en el torrente de mis sueños
Donde los linderos de la cordura se diluyen dejando de existir barreras, es cuando la esperanza invade cada rincón permisible sin dejar de correr por mis venas el alimento rojo que me hace humana.
Mis letras son el espacio que fraguo entre mi esencia y el deseo de compartirlas contigo.
En cada latido de vida, hay un espacio que respira con el aire que roza mi piel estremeciéndome, sin tiempo ni tropel recorro los caminos, llevando apenas una mochila con lo preciso para el hoy que vivo con la intensidad del ancho horizonte.
Es cuando los silencios rimbomban en los sonidos del agua que brota en lo alto de las cascadas. Brillos que irradian rayos de mil colores ante el roce del sol,
En cada latido de vida, hay un espacio que sumerjo cada día en el torrente de mis sueños
Para borrar de mis espacios los temores y las sombras, construir las certeras de mil primaveras tras cada noche de fin de invierno, recuerdos que se tornen olvidos y la risa
preceda el llanto. Y en cada respirar lleve mi cuerpo de esperanza, vida, y resurgir
Donde los linderos de la cordura se diluyen dejando de existir barreras, es cuando la esperanza invade cada rincón permisible sin dejar de correr por mis venas el alimento rojo que me hace humana.
Mis letras son el espacio que fraguo entre mi esencia y el deseo de compartirlas contigo.
En cada latido de vida, hay un espacio que respira con el aire que roza mi piel estremeciéndome, sin tiempo ni tropel recorro los caminos, llevando apenas una mochila con lo preciso para el hoy que vivo con la intensidad del ancho horizonte.
Es cuando los silencios rimbomban en los sonidos del agua que brota en lo alto de las cascadas. Brillos que irradian rayos de mil colores ante el roce del sol,
En cada latido de vida, hay un espacio que sumerjo cada día en el torrente de mis sueños
Para borrar de mis espacios los temores y las sombras, construir las certeras de mil primaveras tras cada noche de fin de invierno, recuerdos que se tornen olvidos y la risa
preceda el llanto. Y en cada respirar lleve mi cuerpo de esperanza, vida, y resurgir