martes, 3 de mayo de 2011

Una daga atraviesa el alma

Creo que vuelvo a abrir las páginas de un viejo amigo,
quien sin protestas me escucha y entiende mis desasosiegos.
Me oye llorar, y me acompaña en los recuerdos,
en los días de sueños junto a quien un día
desee amar con las entrañas mismas.
Recorrer caminos de manos dadas.
Sin darme cuenta que la vida es un gran papiro,
lleno de epitafios de amores moribundos,
que la tierra es árida porque no llueve.
Porque el respirar se hace imposible.
Vuelvo a tomar las hojas blancas de un amigo
para decirle en silencio que tengo el corazón roto,
aunque la sonrisa se esboce no sale de mis entrañas.
Vuelvo a vivir el duelo de un amor que no tiene esperanza de vivir.
Pues la oscuridad de un pasado es como la yerba dañina que ahoga las flores silvestres. Y no deja que los colores del prado se abran al cielo en el amanecer.
Quisiera tornar al tiempo que corría por la mar junto a las gaviotas,
sentarme frente al mar, y verle.
Hoy a pesar de que mil afectos me ayudan a no caer,
siento que no es mi espacio,
me siento como un cachorro levantado,
y que vive porque alguien le recogió para no dejarle morir.
Debo entender que no siempre se conquista un espacio,
al menos yo no logre conquistarle, el pasado me gano.
Y me siento la guerrera vencida ante una guerra que desee ganar.
Miro los recuerdos que guardo,
y las lagrimas recorren mi rostro,
hoy no quiero ver el sol,
designo dormitar en brazos del olvido,
pues recordar cada instante es una daga que me atraviesa el alma,
y no se como caminar.
No se como resurgir, una vez más me sepultaron.
El Amor es el sentimiento más dual que jamás alguien pueda entender,
nos abraza en el fuego sin quemar,
nos traspasa el alma rasgándonos el corazón.
Sólo me resta esperar, sanar heridas
cerrar una historia que jamás se permitió crecer.
Hoy sólo puedo aún murmurarte en el viento, que te amo.
Preguntarte en el silencio de las letras
porque cuidaste con ahínco tú pasado,
matando el presente transparente que día a día construí para abrazarte.
Realmente nadie nos otorga el poder de distinguir
El escenario de los delirios de la realidad que surge como azucenas.
Dos miradas unidas en un sólo espacio..
en un mismo deseo y un mismo sueño.
María Lasalete Marques ®
José Paulo da Costa Ribeiro ®

Una vida.....



Una vida sin caminos programados, sólo un camino que se
desea vivir desde la esencia misma de la vida.
Un vivir sumergida en la magía de todo aquello que verdaderamente importa.

María Lasalete Marques ®