domingo, 19 de octubre de 2008

No lar se aprenden principios....

Minha mãe me ensinou, que tudo na vida
Tem o peso que pomos nas nossas alforges
Que se o fardo é grande só depende de nós
Pois o que fazemos de mal nos acompanhara
sempre como nódoa em pano de linho branco

Minha mãe me ensinou mais que com palavras
Com o seu dia a dia, com acções que aprendi como exemplo
E julgo que um pinheiro depois de se estender ao alto
De tronco forte e robusto não vai-se torcendo.

Minha mãe me ensinou que o respeito não se compra nem se impõe
Mas sim se ganha com o nosso bom proceder
E que a liberdade dum homem não esta no quanto possa recorrer
Mas sim no respeito que se tem a si mesmo cada dia.

De meu Pai aprendi sobre a dignidade de ser
Na constância de lutar por o que se deseja
Na fortaleza uma e outra vez de nos levantarmos ao cair no chão
Mas sobre tudo em não levar a costas fardos que não me pertencem.

De meu Pai aprendi o valor da palavra dada e empenhada
De olhar de frente sem esconder nada
De apertar forte e segura a mão de quem conheço
De falar olhos nos olhos, pois só descende o olhar quem teme ser descoberto.

Dedico este poema a quem ensinaram-me com seus actos o Valor dos princípios que dia a dia me acompanharam, e pelos quais olho de frente sem baixar o olhar, mas com a humildad de ser alguém , como muitas outras pessoas.
Com o mesmo direito que eu a ser respeitados.E que ao igual que eu fazemos da vida um caminho transparente.

Traducción al español

En el Hogar se aprenden principios

Mi madre me enseñó, que todo en la vida
Tiene el peso que ponemos en nuestras alforjas
Que si el fardo es grande sólo depende de nosotros
Pues lo que hacemos de mal nos acompañara
siempre como mancha en paño de lino blanco.

Mi madre me enseñó más que con palabras
Con su día a día, con acciones que aprendí como ejemplo
Y juzgo que un abeto tras extenderse al alto
De tronco fuerte y robusto no se va torciendo.

Mi madre me enseñó que el respeto no se compra ni se impone
Pero sí se gana con nuestro bueno proceder
Y que la libertad de un hombre no esta en el cuánto pueda recorrer
Pero sí en el respeto que se tiene de sí mi mismo cada día.

De mi Padre aprendí sobre la dignidad de ser
En la constancia de luchar por lo que se desea
En la fortaleza una y otra vez de levantarnos al caer en el suelo
Pero sobre todo en no llevar en la espalda fardos que no me pertenecen.

De mi Padre aprendí el valor de la palabra dada y empeñada
De mirar de frente sin esconder nada
De apretar fuerte y segura la mano de quien conozco.
De hablar ojos en los ojos, pues sólo desciende el mirar quién teme ser descubierto.


Dedico este poema a quienes me enseñaron con sus actos el Valor de los principios
que día a día me han acompañado, y por los cuales miro de frente sin bajar la mirada
pero con la humildad de ser alguien como muchos otras personas. Con el mismo derecho
que yo a ser respetados.Y que al igual que yo hacemos de la vida un camino transparente.

Dos miradas unidas en un sólo espacio..
en un mismo deseo y un mismo sueño.
María Lasalete Marques ®
José Paulo da Costa Ribeiro ®

Una vida.....



Una vida sin caminos programados, sólo un camino que se
desea vivir desde la esencia misma de la vida.
Un vivir sumergida en la magía de todo aquello que verdaderamente importa.

María Lasalete Marques ®